Taller de estructuras metálicas

Material de apoyo

Los asiáticos, grandes maestros del bronce.

Hacia el 2000 antes de nuestra era, grupos de pueblos arios penetraron en Afganistán a través de su límite septentrional, y así sucesivas caravanas no cesaron de recorrer las abruptas montañas de Afganistán llevando verdaderos tesoros de oriente hacia occidente.

Mientras, en China se empezó a fundir esculturas ceremoniales de bronce, pero la manera de trabajar la metalurgia de los chinos fue un misterio, ya que sin ningún recurso aparente que fomentara el desarrollo tecnológico, construyeron hornos que alcanzaban temperaturas elevadas en los que pudieron trabajar la cerámica y fundir bronce. Por esta razón se les tiene considerados como los maestros insuperables.

La metalurgia China difiere en muchos aspectos de ka occidental, sus raíces son mucho más profundas, pues ellos anotaban en códices y fueron aprendiendo de sus antepasados para así perfeccionar las técnicas. Los hornos encontrados demuestran que estaban mucho más avanzados, en especial por su diseño y el conocimientos del artesano para utilizarlos. El fondo del horno situado al nivel del suelo estaba separado de la cámara del horno propiamente dicha que consistía en un agujero excavado en la tierra, una abertura proporcionaba aire al horno que estaba, probablemente, cubierto por un techo de cúpula, sin embargo lo más impresionante es que este horno podía proporcionar temperaturas de 1200 grados centígrados y el ceramista era capaz no solo de regular la intensidad del fuego, sino también de controlar la atmósfera dentro de la cámara de ignición. Antes de la dinastía Shang, los ceramistas chinos sabían que una atmósfera reductora pobre en oxígeno era favorable para la cerámica. Gracias a los conocimientos sobre regulación de temperatura, lograron hacer un trabajo formidable a la hora de trabajar el bronce.

En China a lo largo de un radio de 300 Km de la capital se encontraron unas 20 minas de bronce. Curiosamente parece que los antiguos chinos no conocieron las técnicas de fundición por la cera perdida utilizadas por todo el próximo oriente para realizar los objetos; en cambio utilizaron moldes compuestos de varios elementos. Un examen más profundo reveló que los fabricantes del molde habían diseñado sus componentes de forma tan ingeniosa que las líneas de sutura parecían pliegues naturales en el contorno de los objetos. Los moldes eran de arcilla y una vez usados, se rompían y no eran vueltos a utilizar.

Los broncistas no siempre construían cada molde de la nada, los arqueólogos han desenterrado lo que pudieron ser maquetas - tipo a partir de las cuales se realizaban los moldes, estos ayudaban a los chinos a fundir varias piezas a la vez en el horno, y conforme pasaron los años, se fueron haciendo piezas más complicadas.