Taller de estructuras metálicas

Material de apoyo

Hierro, un metal al alcance de todos.

Considerando que el hombre ya había estado en contacto con los metales por unos 7000 años, puede parecer extraño que en todo ese tiempo no hubieran explotado el hierro, pero esto es fácil de explicar pues las técnicas utilizadas para el cobre y el bronce no servía n para el hierro debido a que este necesita una temperatura de fusión de 2000°C y tiene que estar al rojo vivo para darle forma y sacarle las impurezas mientras está caliente.

Por ello se considera una revolución tecnológica el trabajarlo. Para hacerlo, se requieren tenazas, razón por la cual los herreros modernos tienen una docena de diferentes tipos de tenazas para coger objetos tubulares.

Ante la pregunta de porque el hierro apareció en escena hasta tarde hay que precisar que a diferencia del cobre el hierro nativo es muy escaso, se encuentra principalmente en meteoritos, y los que alcanzan la superficie terrestre sin pocos y alejados entre si, además no todos lo contienen de una forma fácilmente utilizable, los que lo contienen son las sideritas o meteoritos metálicos y son de todos tamaños, desde bolitas hasta toneladas, por ello los sumerios lo llamaron el "metal del cielo".

En 1984 un explorador de nombre Robert Peory encontró tres grandes meteoritos en la bahía de Melville, Groenlandia; que los esquimales utilizaban como fuentes para la obtención de hierro. Actualmente uno de ellos se encuentra en el Hayden Planetarium del museo americano de historia natural, en Nueva York.

Cuando el hombre empezó a fundir el hierro a partir de los minerales, en vez de desmenuzar el hierro de los meteoritos, se encontró con que en la tierra había muchos minerales de hierro que eran fáciles de extraer, con lo cual suplantó al cobre y al bronce.

El primer modelo de horno para fundir el hierro, que data del 500 antes de nuestra era, no procede de oriente medio sino de Europa, de un lugar de los alpes austriacos denominado Hútemberg. Estos hornos no son otra cosa que una serie de cuencos de arcilla alineados y colocados sobre el suelo pavimentado de piedra. El producto de este horno era un bloque esponjoso y negruzco que tenía que mantenerse caliente y golpearla repetidamente para extraer las impurezas, pero al final, después de un rato de vigoroso martilleo el fundidor obtiene una barra de hierro forjado altamente resistente y maleable.

Dentro del periodo del hierro, uno de los centros de producción más importantes fue la antigua ciudad de Hasanlu, en el nordeste de Irán, no solo en producción sino en el comercio del mismo.

Entre tanto, sea como fuese, la primera tarea del trabajador del metal consistió en perfeccionar y pulir sus técnicas hasta lograr hacer maravillas con el metal. Hasta que un día esta técnica pasó de Europa a América y los indios americanos lograron hacer proesas con el hierro.