Taller de estructuras metálicas

Material de apoyo

El impacto del bronce.

Un equipo de arqueólogos de la Universidad hebrea en 1961 descubrieron la prueba de la primera utilización del bronce por el hombre en una cueva a la que después se le denominó la "cueva del tesoro", el acceso a ella es casi imposible pues está localizada en lo alto de un precipicio a casi 200 metros, lo cual permitió que los vestigios se conservaran. El suelo de la misma estaba cubierto por fragmentos de papiro con escritos griegos y hebreos, inscripciones jeroglíficas, las cuales datan del año 70 de nuestra era aproximadamente y se cree que fueron llevados ahí por judíos que huyeron de Jerusalén en la época de la destrucción del segundo templo por parte de los romanos. Sin embargo, en lo más profundo de la cueva se aprecian pruebas de una ocupación anterior que se remonta al año 3000 antes de nuestra era. Aparte del interés por el hallazgo, para la metalurgia marca un punto decisivo pues el bronce es un metal más fuerte que le cobre y su aplicación mucho más amplia. Tradicionalmente el bronce es una aleación de cobre y estaño que varía desde el 3% hasta el 25% que corresponde a lo que se denomina como material campanil.

En tiempos prehistóricos; los primeros bronces estaban hechos de cobre y arsénico, lo que sin duda explica como fue descubierta la aleación de los metales. Dos importantes fenómenos metalúrgicos subrayan esta evolución, en primer lugar, el cobre puro no funde bien en los moldes y segundo, no existe el cobre puro.

Por otra parte, las primeras aleaciones no fueron mezclas realizadas por el hombre sino combinaciones naturales de los metales.

En el próximo Oriente la aleación más usada fue la cobre y arsénico, no solo por su abundancia, sino por su superioridad.

Los bronces de estaño reemplazaron a los bronces arsenicados porque estos tenían una alta toxicidad que mataba a sus trabajadores; además los primeros son más fuertes y menos frágiles. En realidad, el bronce ordinario puede alcanzar la dureza del acero ligero y para los metalistas es más duradero, y puede ser retrabajado una vez doblado y abollado.

La presencia de una mayoría significativa de objetos de bronce en el Medio Oriente hacia el 2000 antes de nuestra era se debió al comercio. Se extendía desde Afganistán hacia el este; a España, Sicilia y Cerdeña en el oeste y se dirigía hacia el norte a través de Europa hasta las costas del Báltico. En este floreciente mundo del comercio, el estaño desempeñaba un papel importante.

Finalmente en Europa se hizo presente la era del Bronce entre los más antiguos trabajadores del metal. Desde el 2500 antes de nuestra era se cree que los españoles fueron excelentes fundidores y trabajadores del metal, de ahí se difundió la manera de trabajar el bronce a todo el b¿viejo mundo por ser este un metal muy práctico y útil.

Una de las invenciones de más éxito a la hora de trabajar el bronce fue sin duda el hacha, aunque también se hicieron objetos como collares, pulseras que adornaban muñecas y cabezas de gente de la nobleza. Todo ello se puede afirmar por los hallazgos encontrados en las ruinas de tumbas.

Aunque algunos de los utensilios que se usan para trabajar el bronce en la actualidad son modernos, los métodos no difieren de los usados hace 3000 años y la elegancia de las piezas viene del trabajado a mano.